Por: Raymundo Flores Melo
El
quince de agosto es la fiesta de Milpa Alta, es la fiesta de la Asunción de
María. Se conmemora la fundación de este pueblo de origen nahua, así como parte
de sus tradiciones y costumbres.
Un
día antes – por la noche -, la virgen de la Asunción es bajada del altar mayor,
entre sahumerio, música de huehuetl y
chirimía, para ser ataviada con su nuevo ropaje, palma, cetro y corona por las señoritas
de la comunidad.
Tal
parece, que la víspera del quince, se representa aquella escena pintada en los
mapas de 1690 y 1870 de la propiedad comunal, donde una india principal se
postra a los pies de la virgen para ofrecerle una palma y corona que son símbolos
de esta advocación mariana[1].
En
su descenso, la imagen va envuelta a la usanza prehispánica, así como los
antiguos mexicanos guardaban a sus dioses. La manta que la cubre va sujeta por varios
ceñidores realizados en telar se cintura. El envoltorio es portado por cuatro
hombres hasta la anda procesional.
Una
vez colocada y vestida, la virgen recibe, junto con el tañer de campanas y el
tronar de cohetes, las mañanitas por los feligreses presentes en el templo y
por los diferentes barrios de la comunidad de Milpa Alta y algunos pueblos
cercanos, dando inicio a las celebraciones en honor a la patrona de
Malacateticpac.
Durante
la festividad se celebran diferentes misas; en el atrio del templo se hace un
concurso de bandas que son llevadas por cada uno de los primeros cuatro barrios
o secciones (Santa Martha, San Mateo, La Concepción y Santa Cruz)[2], y
son recibidas las diferentes salvas o promesas consistentes en arreglos
florales, música (banda de viento, mariachi) y cohetes.
En
estos días, y desde 1938[3], se
celebra la feria regional donde se hace una exposición agropecuaria en la que
participan los vecinos que se dedican a la cría de animales y al cultivo de
tierra.
Antes,
las artesanías ocupaban un lugar importante, ahora su presencia es simbólica
pues los productos comerciales de importación acaparan la mayor parte de los
espacios.
Las
atracciones artísticas y los juegos mecánicos siguen siendo una forma de
esparcimiento para los niños y jóvenes del lugar, quienes pueden disfrutar de
la rueda de la fortuna, los caballitos, los coches locos y otras atracciones.
Los
compadres, amigos e invitados de lugares cercanos y lejanos siguen disfrutando
de diferentes platillos como el mole negro con pollo o guajolote, arroz rojo,
nopales en escabeche, tamales de frijol y alverjón, tortillas azules hechas a
mano y, de manera ocasional, pulque.
Por
la noche se realiza la quema del castillo de fuegos artificiales e inicia el
baile que dura hasta la primeras horas de la madrugada.
Si
vives en la periferia del poblado podrás escuchar la música de los diferentes
grupos que amenizan el baile de feria.
Agosto de 2017.
[1]
FLORES MELO. Raymundo. En la Milpa Alta.
Historias y crónicas. México, SEDEREC, 2016, p. 56
[2] Las
bandas tocan durante los días 14, 15 y 16 de agosto. Su presencia se debe a la
cooperación económica de los vecinos de cada barrio.
[3] En
1939, el profesor Fidencio Villanueva Rojas diseña el logotipo de la feria,
mismo que en la década de los ochenta fue usado como distintivo de la
delegación Milpa Alta. Véase: VILLANUEVA ROJAS, Fidencio. Aztecacuicame. Cantos Aztecas.
México, GDF/PAPO, 2006, 152-153 pp.