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martes, 3 de diciembre de 2019

CHRONICA DE LA PROVINCIA DEL SANTO EVANGELIO DE MÉXICO.

La "Crónica del Santo Evangelio de México, del franciscano Agustín de Vetancurt, editado en 1698, nos habla de los conventos de la Asunción Milpa Alta, San Antonio Tecómitl y San Pedro Atocpan, además de proporcionarnos datos sobre el Teuhtli.

Su autor, Fray Agustín de Vetancurt, llega a la región de La Milpa a fines del siglo XVII. Su conocimiento del territorio fue mayor porque colaboró en la construcción del convento y la iglesia de San Pedro Atocpan.

 



lunes, 2 de diciembre de 2019

TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDEZAS DE LA NUEVA ESPAÑA.

El 9 de Julio de 1584, Fray Alonso Ponce, Comisario General de la Orden de San Francisco, sale de la Gran Canaria rumbo a la Nueva España teniendo, entre otras, la tarea de realizar una visita a los distintos conventos y fundaciones franciscanas del territorio recién evangelizado.

El comisario franciscano recorrerá, entre 1584 y 1588, una extensión territorial que abarca el centro y sudeste de lo que hoy es la República Mexicana hasta Nicaragua, en Centroamérica.

Antonio de Ciudad Real, fue el encargado de poner por escrito lo sucedido durante éste viaje.




domingo, 1 de diciembre de 2019

CÓDICE FRANCISCANO.

El Códice Franciscano es una colección de documentos referente a la orden religiosa fundada por San Francisco de Asís. Contiene la relación particularizada de los monasterios franciscanos del siglo XVI, y la descripción de la Provincia del Santo Evangelio de México.

Dentro de este texto, encontramos un informe fechado en el año 1570, donde aparece mencionado el monasterio de La Milpa (hoy Milpa Alta), que en ese entonces era sujeto de Xochimilco. 

Este libro es una de las fuentes primarias más antiguas que mencionan a Milpa Alta.



domingo, 10 de noviembre de 2019

LA PRIMERA PIEDRA DEL NUEVO SANTUARIO DEL SEÑOR DE YENCUICTLALPAN

 QUE SE VENERA EN ATOCPAN  (MAYO DE 1966).
Por: Christian Mancilla Jiménez.
El día 1 de mayo de 1966, se colocó la primera piedra con la cual daría comienzo la construcción del santuario del Señor de las Misericordias en el paraje denominado Xalimoloya (donde revolotea la arena). El Señor obispo D. Francisco Orozco Lomelín y el párroco de Atocpan Nicolás Álvarez Casillas llevaron a cabo una misa en el lugar donde se edificaría el templo, al terminar la celebración el obispo dio la bendición para que la obra fuera progresiva y exitosa.
          El pueblo asistió a dicho acontecimiento emotivo, así mismo los padrinos del nuevo santuario comenzaron a dar sus primeros donativos para la edificación. A continuación, se mencionará a los padrinos:

1.- Cor. Procopio Monterde
2.- Sofía Medina
3.- Tomás Medina
4.- Dr. Lucino Medina
5.- Arturo Alvarado
6.- Lorenzo Olivares
7.- J. Carmen Mancera
8.- Mauro Villa
9.- Pablo Medina
10.- Profra. Maura Reyes
11.- Moisés Alvarado
12.- Remigio Romero
13.- Macario Cruz
14.- Concepción Medina
15.- Encarnación Rodríguez
16.- Guillermo Velázquez
17.- Samuel Cruz
18.- Erasto Mendoza Reynoso
19.- Leonila Rodríguez
20.- Elisa Alvarado
21.- Eufemio Retana
22.- Perfecto Vázquez
23.- Dra. Natalia Medina Mendoza
24.- Salomón Rodríguez
25.- Librado Olivos
26.- Silverio Cruz
27.- Tiburcio Velasco
28.- Manuel Monterde
29.- Francisco Valencia
30.- J. Concepción Rios
31.- Máximo Gonzaga
32.- Felipe Cazares
33.- Reyes Contreras
34.- Modesto Noriega
35.- Habacuc Terán
36.- Constantino Terán
37.- Ignacio Rivera
38.- Felipe Gonzales
          A todos los mencionados en lista se les agradecerá infinitamente su valiosa cooperación qué fue destinada para los inicios del nuevo santuario del señor de las Misericordias o de Yencuictlalpan.
BIBLIOGRAFÍA
1. González Rivera, Jocundo, Santuario del Señor de las Misericordias: El tesoro inagotable de San Pedro Atocpan, México, 1era edición, 64 p., fots.
2. González Rivera, Jocundo, Señor de las Misericordias o Señor de Yencuictlalpan, México, 2005, 16 p., fots.
3. Recuperación oral de la señora Celia Mendoza Villanueva, originaria de San Pedro Atocpan, hija de Don Erasto Mendoza Reynoso (padrino del nuevo santuario), actualmente tiene 82 años de edad.

lunes, 29 de julio de 2019

EL CORRIDO DEL AGUA.

Por: Ulicona

Si me prestan su atención
yo con mi humilde garganta
voy a dar un pormenor
de Monte Alegre a Milpa Alta

Y óiganlo bien camaradas
lo que les voy yo a contar
para que el agua llegara
a Milpa Alta en general

Y en ese cerro más alto
que en Monte Alegre se ve
dicen que allí está el encanto
la mayor parte lo cree

Ya empezaron  a echar trazo
y atravesando los cerro
demostrando su trabajo
toditos los ingenieros

Y los pueblo con fatiga
trabajaron día con día
por las pesadas subidas
tendieron la tubería

Por las partes tan quebradas
no podían entrar camiones
cargando con las espaldas
así la subían los peones

Los peones y barreteros
empezaron a escarbar
y en seguida los tuberos
luego, luego a conectar

Donde no creyeron nunca
que el agua iba a subir
del monte de Atezcayuhca
querían con maquinaria
que les pusiera el gobierno

Sin necesidad de eso
de ponerles maquinaria
ya todos los doce pueblos
ya tenían sus líneas de agua

Los de San Salvador decían
lo digo quedito y recio
que si el agua llegaría
se cortaban el pescuezo

Y cuando el agua llegó
en San Salvador señores
ya ninguno se acordó
lo que antes habían hablado

Y cuando el agua llegó
a San Pablo Oztotepec
ahí la recibieron
con música y muchas flores

Y cuando el agua llegó
en San Bartolo Xicomulco
la felicidad llegó
de un pueblo que sufría mucho

Y cuando el agua llegó
en San Pedro Atocpan
al momento la arrojaron
decían que tenía veneno

Y cuando el agua llegó
en San Lorenzo Tlacoyucan
la gente mucho lloraba
se acabó aquel sufrimiento
de tomar el agua sucia

Y cuando el agua llegó
en Santa Ana Tlacotenco
el señor del Olmo habló
que el agua había llegado
como se los prometió

Ya me voy, ya me despido
de la zona de Milpa Alta
y me falta relatar
lo que pertenece a Tlalpan

Yo de la pera quisiera
de la manzana el aroma
se despiden los Rivera
en compañía de Ulicona

El autor de este corrido
no es poeta ni es trovador
su humilde nombre es Ulicona
su atento servidor.


Rescatado por el cronista: Pascual Gallegos Palma.

lunes, 1 de julio de 2019

TEXTOS BILINGÜES SOBRE MILPA ALTA POR MILPALTENSES.

LOS QUE YA SE FUERON.
Por: Raymundo Flores Melo

Inicia el siglo XX, y con él los estudios antropológicos sobre Milpa Alta. Con la llegada de varios científicos sociales, nacionales y extranjeros, la población se convierte en sujeto de estudio, en fuente generadora de investigaciones que dejarán un importante legado para las nuevas generaciones de milpaltenses.

Junto con ellos, también dan principio los trabajos hechos por milpaltenses sobre su tierra, sobre Milpa Alta y sus pueblos[1].

Primero Isabel Ramírez Castañeda, y luego una lista de personas nativas, dejaron y siguen dejando testimonios sobre su historia, costumbres, fiestas y vida cotidiana. Sin duda, sus trabajos encierran un contenido valioso que toma un peso mayor debido a que fueron realizados tanto en español como en la lengua materna de sus autores: el náhuatl.

De esta manera tenemos una considerable cantidad de obras bilingües, algunas de las cuales se han vuelto fundamentales para acercarse a la historia de la región.

Los que ya se fueron:

En1912, la profesora Isabel Ramírez Castañeda (1881-1943) presenta en el 18º Congreso Internacional de Americanistas la ponencia El folk-lore de Milpa Alta, D.F., México[2], donde da cuenta de los diferentes tipos de curaciones tradicionales que hay en la región, así como la forma de proceder de los curanderos durante su trabajo. Al final del escrito, nos habla de un ritual que se realizaba el último día de cosecha del maíz. La parte introductoria de este trabajo llama la atención ya que refleja el conocimiento de la autora sobre la historia local.

En 1949, se edita por primera vez el libro Aztecacuicame (Cantos aztecas) del profesor Fidencio Villanueva Rojas (1910-2000)[3], trabajo que rescata poemas, traducciones y otros escritos del insigne maestro de muchas generaciones de milpaltenses, quien no solo compartió sus conocimientos de manera directa a sus alumnos, sino que legó a la posteridad estos escritos donde se refleja el día a día de una Milpa Alta dedicada a la producción agraria, así como el ánimo de progreso. Es importante mencionar que Cantos Aztecas volvió a ser editado en el año 2006[4].

En 1968 es publicado un libro importante para conocer la historia y pensamiento de los habitantes de Malacateticpac, desde el inicio del siglo XX  hasta el conflicto armado llamado Revolución mexicana. De Porfirio Díaz a Zapata. Memoria náhuatl de Milpa Alta[5] son las vivencias de infancia y juventud de doña Luz Jiménez o Julia Jiménez González (1897-1965)[6]. Ella al contar su vida, al lingüísta Fernando Horcasitas, nos regala escenas llenas de dramatismo cuando habla sobre los efectos de la lucha entre zapatistas y carrancistas en la región pero también tenemos en él un cúmulo de conocimiento sobre la vida de los milpaltenses de la época. Este trabajo ha tenido varias ediciones por parte de la UNAM y una coedición con el INBA en el año dos mil.

De manera póstuma, en el año de 1979, fue editado el libro Los Cuentos en Náhuatl de Doña Luz Jiménez[7], recopilado por Fernando Horcasitas y Sara O. De Ford, sin duda, una joya de la narrativa. Son 44 cuentos clasificados de acuerdo a su temática. En ellos podemos encontrar historias que reflejan el pensamiento mesoamericano todavía latente en los habitantes de Milpa Alta, de esta manera hay de los que hablan de dioses y seres sobrenaturales, hasta aquellos que nos proporcionan datos sobre las ocupaciones de los milpaltenses, fiestas, santos, danzas tradicionales,  y la relación de sus habitantes con el bosque. Desgraciadamente el texto no ha sido reeditado.

Carlos López Ávila (1922-1991). Originario de Santa Ana Tlacotenco, fue presidente del Consejo Supremo Náhuatl en el D.F., poeta y traductor.  Gracias a su colaboración con el antropólogo Joaquín Galarza nace uno de los libros más significativos sobre la historia de uno de los pueblos de la región. Tlacotenco Tonantzin Santa Ana. Tradiciones: toponimia, técnicas, fiestas, canciones, versos y danzas[8], que fue editado por el CIESAS en al año 1982. Desde el mismo título, podemos dar cuenta de su riqueza cultural que es aderezada por varios mapas y cuadros donde se localizan parajes de toda Milpa Alta, junto con la traducción de sus nombres. Cabe señalar que dentro de esta obra encontramos descripciones de cultivo del maíz, maguey y nopal, productos que han sido fundamentales en el desarrollo de Milpa Alta y sus pueblos.

Don Carlos también tuvo algunas colaboraciones en publicaciones de la UNAM, como es el caso del texto titulado “La cacería de hormigas”(1991)[9], donde da relación de la manera en como se debe recolectar la huevera de las hormigas con sus diferentes etapas hasta su consumo.

José Concepción Flores Arce (1930-2012)[10], escritor, poeta y traductor. El maestro Xochime, colaboró en la Revista Ce-Acatl desde 1990 hasta casi el momento de su fallecimiento. Tiene en su haber tres libros bilingües: Quetzaltlahtolli. Palabra náhuatl contemporánea (2005)[11]; Memoria de Momoxco (2009)[12] que es una compilación de sus contribuciones en la Revista Ce-Acatl; y el libro póstumo intitulado Xochime’ Narraciones Inéditas (2018)[13].

Su labor como narrador lo ha llevado a cubrir la etapa que transcurre desde la Revolución Mexicana hasta casi finales del siglo XX. Por así decirlo, es una obra que continua la narrativa iniciada por doña Luz Jiménez, tocando temas de la vida cotidiana, cuentos, sucesos históricos, costumbres, festividades, labores del campo y el trabajo en el bosque. Sin duda, sus escritos son referentes importantes para todo aquel interesado en investigar a la Milpa Alta postrevolucionaria.

Librado Silva Galeana (1942-2014). Profesor, investigador y traductor, nativo de San Ana Tlacotenco, tiene en su haber varios trabajos en publicaciones como la Revista Tlalocan y  Estudios de Cultura Náhuatl, así como en los libros Nueva Narrativa Náhuatl  y Nuevos Relatos y Cantos en Náhuatl. Entre sus textos destacan: “El temazcal” (1985)[14], “Vida cotidiana en Santa Ana Tlacotenco” (1989)[15], “Los perros del campo. Su modo de vida, sus costumbres (1989)[16], “Cómo se celebra el día de muertos aquí en Tlacotenco” (1991)[17], entre otros.

Mujeres y hombres que ya se fueron pero que quedaron de manera permanente en nuestra memoria, enseñándonos quienes somos y de dónde venimos. Gracias eternas a estos nobles seres humanos.

JUNIO 2019




[1] Para ampliar información al respecto, véase: FARFÁN CAUDILLO, Miguel Ángel. Tradición, cultura y lengua náhuatl. Autores y obras. México, SEDEREC, 2016, 142 pp.
[2] Ibíd. pp. 27-28
[3] FLORES MELO, Raymundo. En la Milpa Alta. Historias y crónicas. México, SEDEREC, 2016, pp. 187-190
[4] VILLANUEVA ROJAS, Fidencio. Aztecacuicame. Cantos Aztecas. México, GDF/PAPO, 2006, 116 p.
[5] HORCASITAS, Fernando (recop.) De Porfirio Díaz a Zapata. Memoria Náhuatl de Milpa Alta. México, UNAM/IIH, 1974, 155 pp.
[6] FLORES MELO, Raymundo. Op. cit. pp. 183-187
[7] HORCASITAS, Fernando y Sarah O. de Ford (recops.). Los Cuentos en Náhuatl de Doña Luz Jiménez. México, UNAM, 1979, 173 pp.
[8] GALARZA, Joaquín y Carlos López Ávila. Tlacotenco Tonantzin Santa Ana. Tradiciones: toponimia, técnicas, fiestas, canciones, versos y danzas. México, CIESAS, 1982, 196 pp.
[9] LÓPEZ ÁVILA, Carlos. “La cacería de hormigas” en LEÓN PORTILLA, Miguel. et al. In Yancuic Nahua Tlahtolli / Nuevos Relatos y Cantos en Náhuatl. México, UNAM-IIH, 1991, pp. 54-59
[10] FLORES MELO, Raymundo. Op. cit. pp. 191-195
[11] FLORES ARCE, José Concepción. Quetzaltlahtolli. Palabra Náhuatl Contemporánea. Expresión de la Lengua Náhuatl del Centro de Milpa Alta, Distrito Federal. México, GDF-PAPO, 2005, 190 pp.
[12] FLORES ARCE, José Concepción. Memoria de Momoxco. Compilación de narraciones bilingües náhuatl-español. México, Ce-Acatl, 2009, 316 pp.
[13] FLORES ARCE, José Concepción. Xochime’ Narraciones Inéditas. Obra Póstuma. México, GCDMX-PACMyC, 2018, 128 pp. La traducción al náhuatl fue realizada por Rudolf van Zantwijk debido al fallecimiento del maestro Xochime’.
[14]  SILVA GALEANA, Librado. “In Temazcalli: El temazcal o Baño de Vapor” en HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, Delfino. et al. In Yancuic Nahua Zazanilli / Nueva Narrativa Nahuatl. México, UNAM-IIH, 1985, pp. 7-13
[15] SILVA GALEANA, Librado. “Vida cotidiana en Santa Ana Tlacotenco”. En Tlalocan, Revista de fuentes para el conocimiento de la Cultura Indígena en México, XI:179, IIH, UNAM, 1989.
[16] SILVA GALEANA, Librado. In milla chichime innemiliz, in tlen itech innematiliz. Los perros del campo. Su modo de vida, sus costumbres. En Estudios de Cultura Náhuatl, 19: 431, IIH, UNAM, México, 1989
[17] SILVA GALEANA, Librado. “Cómo se celebra el día de muertos aquí en Tlacotenco” en LEÓN PORTILLA, Miguel. et al. In Yancuic Nahua Tlahtolli / Nuevos Relatos y Cantos en Náhuatl. México, UNAM-IIH, 1991, pp. 60-65

miércoles, 5 de junio de 2019

EL CONVENTO DE LA ASUNCIÓN MILPA ALTA.

Por: Raymundo Flores Melo

Durante el siglo XVI, la orden franciscana fundó varias provinicias en las tierras recién conquistadas por la corona española. Una de ellas fue la del Santo Evangelio de México (1535), a la cual perteneció el convento de La Milpa.

Erigido por los padres de San Francisco de Asís, bajo el gobierno del primer Luis de Velasco[1] (1550-1564), el convento de la Asunción, Milpa Alta, surge como una construcción sencilla, que al paso de los años, y por el trabajo de los naturales, se convierte en un conjunto arquitectónico más complejo[2].

Si bien, en el siglo XVI es mencionado de manera breve en el Códice franciscano (1569) como un monasterio sujeto a Xochimilco[3]; pasando el tiempo (1585), frente a fray Alonso Ponce, comisario general de la orden, se dice que es un buen edificio de cal y canto con una huerta.

Ya a finales del siglo XVII, el padre Agustín de Vetancurt menciona los diferentes espacios que poseé, a saber: un convento con celdas, portería, huerta de olivos, bóvedas y torre[4].

El exconvento tiene un atrio rectangular, limitado por una barda de piedra. Al poniente se encuentra la entrada principal del mismo, y al norte un acceso lateral conocido como tepozpuerta. Fue utilizado  hasta finales de los años sesenta como cementerio[5].

Al oriente, la parte trasera – lo que hoy forman el museo regional, biblioteca pública, oficinas administrativas de la alcaldía y el Colegio de Bachilleres, asi como la antigua primaria Morelos (al sur) – fueron los terrenos de la huerta, misma que se puede apreciar en los mapas de la propiedad comunal de Milpa Alta de los años 1690 y 1870[6].

Al sur se encuentra una fachada que da entrada al claustro e iglesia, en ella se ve la parte posterio del portal de peregrinos y de una capilla. Es posible que adyacente a esta última estuviera la portería del convento[7].

Cuenta con una cruz atrial casi al frente de lo que fue el portal de peregrinos, que al ser tapiado dió lugar a la capilla del Sagrado Corazón. Esta edificación consta de una nave con bóveda a cañón corrido y una cúpula bajo el presbiterio. Se comunica con la iglesia a la altura del sotocoro.

Al lado de la capilla del Sagrado Corazón, está un pequeño templo dedicado, en la actualidad, al Señor de los milagros, el cual tiene una bóveda de cañón corrido y altar en un arco de medio punto.  Frente a él, fue colocada una antigua pila bautismal labrada en piedra.

Dentro del conjunto conventual, según un dibujo antiguo, existieron dos capillas posas, las cuales estaban en las esquinas al poniente del atrio.

La fachada de la iglesia “presenta formas renacentistas sobrias[8]. En ella encontramos un “vano de medio punto, flanqueado por pilastras entre las que aparecen nichos; el segundo cuerpo tiene una ventana cuadrangular y está rematado por un frontón[9]. En la parte superior de la misma, se aprecia un medio punto triangular con nicho central rematado por un arco de medio punto. Dentro del nicho se encuentra la imagen de la Asunción de María ejecutada en piedra.

Cuenta con una torre que es empleada como campanario y un campanil que alberga un reloj.

La nave principal del templo de Nuestra señora de la Asunción, es de un solo cuerpo[10], cuyas paredes están coronadas por una serie de almenas que la hacen parecer fortificación. Está cubierta por cuatro cúpulas y una concha sobre el altar mayor[11].

Cuenta con varios contrafuertes y un arco botarel para evitar daño en muros y compensar la disparidad del terreno.

En su cúpula principal se encuentran una especie de capillas secretas, desde las cuales se podía observar y oír lo que que ocurría en el interior del templo[12].

Su claustro es proporcional a la iglesia, es de dos plantas con corredores enmarcados por arcos y columnas, posee viguería de madera y restos de pinturas al fresco. El piso del segundo nivel esta compuesto por losetas de barro. El espacio ha tenido varias reconstrucciones, ya que “los soportes del segundo piso son del tipo arcaico, pero descansan sobre las arcadas del primer piso de estilo tardío[13].

Es probable que en la planta baja estuviera la cocina, comedor y los espacios de oración conventual, en tanto, que en el piso superior las celdas de los frailes. Su función era servir de comunicación con los diferentes espacios del convento.

Cuenta con canales y algunos bajantes que llevaban el agua de lluvia al aljibe que había en su patio central, mismo que fue enterrado, y sobre el cual fue construida una fuente, dedicada a la Purísma Concepción, en la segunda mitad del siglo XX.

En la parte oeste, existe una escalera que permite subir al segundo piso del inmueble. De este último nivel, en la misma dirección, hay una escalerilla por la que se puede ascender al coro y al campanario del recinto. Existe otra escalera dentro de la sacristía.

La secularización de este templo se realizó  el veintinueve de mayo de 1773, siendo arzobispo de México don Alonso Núñez de Haro y Peralta, al no haber inconveniente debido “a la reciente muerte de su doctrinero franciscano[14] Joseph de Castro. Dándo fin, de esta manera, la presencia del clero regular en el curato de Nuestra Señora de la Asunción de la Milpa[15] y sus pueblos de visita[16].

La parroquia de la Asunción de María fue declarada monumento colonial el 16 de febrerode 1932.



[1] VÁZQUEZ VÁZQUEZ, Elena. Distribución geográfica y organización de las órdenes religiosas de la Nueva España (Siglo XVI). México, UNAM, 1965, p. 58
[2] Se tiene documentada actividad constructora entre los años 1530 y 1540, véase KUBLER, George. Arquitectura mexicana del siglo XVI. México, FCE, 2016 , p. 106
[3] Es importante mencionar que la doctrina de Xochimilco fue dividida en la década de 1560, estableciéndose con esto la de la Asunción Milpa Alta. Véase GERHARD, Peter. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. México, UNAM, 1986, p. 252
[4] FLORES MELO, Raymundo. En la Milpa Alta. Historias y crónicas. México, SEDEREC, 2016, pp. 45-46
[5] El de San Damián.
[6] FLORES MELO, Raymundo. Op. cit., pp. 163-166
[7] Donde está el centro comunitario San José.
[8] VARGAS LUGO, Elisa. Las portadas religiosas de México. México, UNAM, 1986, p. 99. La portada de la Asunción es catalogada como clasicista renacentista.
[9] Ibíd., p. 100
[10] Esta es una característica de las iglesias del siglo XVI.
[11] AGN, Bienes Nacionales, caja 638, exp. 105
[12] Esto ha sido trabajado por el investigador Melchor Soto Canchola, a quién agradezco la información proporcionada. Él nos habla de dos y de la probabilidad que existan dos más tras las pechinas sobre las que se apoya la cúpula principal.
[13] KUBLER, George. Op. cit., p. 431
[14]  ÁLVAREZ ICAZA LONGORIA, María Teresa. La secularización de doctrinas y misiones en el arzobispado de México 1749-1789. México, UNAM, 2015, p. 197
[15]  BARBOSA CRUZ, Mario y Ma. Eugenia Terrones L. (coords.). Tohuehuetlalnantzin: Antigua es nuestra querida tierra. Historia e imágenes de Milpa Alta de la época prehispánica a la revolución.  México, UAM-C/Delegación Milpa Alta, 2012, p. 99
[16] Sus pueblos de visita eran: Oztotepec, Atocpan, Xicomulco, Tlacoyucan y Tecoxpa.